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Ruta de Reparación Autónoma

Cuidar estas esferas cuando atraviesas un proceso de violencia o lo acompañas te permitirá crear mejores condiciones para la sanación y reparación. En esta sección te compartimos la Ruta de Reparación Autónoma, que cuenta con herramientas de autocuidado y cuidado colectivo relativas al cuidado físico, emocional y de autogestión de la seguridad.



¿Por que proponemos esta Ruta de Reparación Autónoma?

En Balance creemos que la vía judicial no es la única manera de reparación o de acceso a la justicia, sabemos que las personas que hemos vivido violencia necesitamos mucho más que una sentencia condenatoria para poder reconstruir nuestra vida y reparar el daño causado.

Por eso, hemos decidido compartir estrategias que no cruzan por lo punitivo y que colocan a las víctimas y sus comunidades en el centro del proceso, para que puedan recuperar la confianza, la autonomía y que les den las herramientas para sanar y reconstruir sus vidas de forma gozosa.

Sé que en nuestro país el acceso a la justicia es un camino complicado con muchos obstáculos y que muchas personas que viven violencia no pueden, ni quieren, sostener un proceso tan desgastante, costoso, revictimizante y doloroso, por lo que presentamos esta ruta como una alternativa que puede ser llevada en solitario o a la par de un proceso judicial.

Esta ruta de reparación autónoma es una propuesta para cuidar de nosotres y nuestras comunidades. A diferencia de la ruta judicial, no tiene entre sus posibles resultados uno que impacte directamente a la persona agresora.

Proponemos esta ruta como una alternativa que posibilita descubrir nuevos caminos después de haber atravesado violencia, por lo tanto no hay un punto de meta sino un proceso en permanente construcción.

Autocuidado

Parte de ponerte en el centro del proceso implica priorizar tu bienestar en todo momento y mantenerte pendiente de cuáles son tus necesidades físicas, emocionales y de seguridad. Reconocer nuestras necesidades nos permite ser asertives con el entorno y pedir a quienes nos rodean lo que necesitamos para estar bien.

Recuerda que el bienestar no es un privilegio, es nuestro derecho. Mereces estar bien, sentir seguridad, tener bienestar físico y emocional, mereces cuidado y contención en los momentos en los que te encuentras vulnerable.

Cuando hemos sido víctimas de violencia y estamos en shock, tenemos estrés o estamos lidiando con el trauma, es posible que nos olvidemos del autocuidado por estar en ese estado de “sobrevivencia”. Es importante que hagamos todo lo posible por realizar, al menos, un mínimo de actividades exclusivamente para nuestro autocuidado, esto nos permitirá tener mejores condiciones para enfrentar los procesos que vienen, ya sea que impliquen un proceso de denuncia formal o no.

En el autocuidado identificamos al menos tres esferas importantes y de las que partiremos para proponer estrategias y herramientas. Estas esferas son: el cuidado físico, el cuidado emocional y la seguridad.